Thursday, June 30, 2011

Casonas de Trujillo: una bomba de tiempo


Por: Jackeline León Huamán

 
Las casonas del Centro Histórico de Trujillo se han convertido en una bomba de tiempo. Los ciudadanos son testigos del deterioro de nuestro patrimonio histórico monumental de la que se denominaba una “solariega ciudad colonial” como versa en la canción del Himno a Trujillo.

En un recorrido por la cuadra seis de Orbegoso, observamos el estado deplorable en la que se encuentran nuestras representativas casonas que en el siglo XVI eran habitadas por nobles trujillanos. En un informe de la Dirección Regional de la Cultura La Libertad indicó que en el Centro Histórico existen 255 casonas de las cuales 35 tienen presunción legal y están protegidas por la ley 28296.

El 2010 la Dirección Regional de Cultura realizó una inspección y encontraron 45 inmuebles en alto riesgo, cuando uno pasa por las cuadra seis de Bolívar, puede apreciar que las casonas están sostenidas por enormes tablones sosteniendo las fachadas que están a punto de venirse a bajo y la gente arriesga su vida sorteando cada obstáculo.

Otras casonas que se encuentran en el mismo estado están ubicadas a la altura de la cuadra seis de la calle Orbegoso, que se encuentra en la misma situación a punto de derrumbarse e incluso se prohíbe el paso de la gente. También en otras calles como en la cuadra 4 de Ayacucho, y la cuadra 2 de Pizarro se usan para alquileres de locales donde se expende bebidas alcohólicas y viviendas donde se han formado tugurios el cual son ocupadas por crecientes familias.

Los propietarios de las casonas son indiferentes, y manifiestan que no cuentan con los medios necesarios para remodelarla, los organismos como la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) y la Dirección Regional de la Cultura, sostienen que se sienten atados de las manos porque no pueden hacer nada ante esta situación porque la ley prohíbe que no pueden aportar dinero para reconstruir y conservar las casonas de particulares.

“Nuestra institución lo que hace frente a estos problemas, es brindar asesoramiento técnico, fiscalizando a los propietarios para mejorar el aspecto físico de las casonas, notificándoles  con oficios legales circulantes a todos los propietarios sobre el fenómeno del niño que esta pronosticado para este año y las lluvias dañarán las estructuras, y otros de igual importancia para que puedan tener en cuenta y prevenir cualquier desastre”, señaló la Jefa del Departamento de Arquitectura del INC,  arquitecta  Claudia Vereau Ibáñez.

La Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO) hace poco advirtió a las autoridades trujillanas que podría retirar el título de Centro Histórico, que pondría en peligro la recepción de turistas que en los últimos años ha ido incrementando.

“Las casonas en el centro de Trujillo  están exoneradas de impuestos, hay incentivos y ni así los propietarios quieren reconstruirlo o darle un mantenimiento. Comercialmente, a los propietarios les parece más atractivos tener un terreno vacío; por eso, en muchos casos casi en todos esperan que se caigan, para que ellos puedan tener un negocio que los beneficie, por eso muchos propietarios de estos inmuebles quieren que les caiga y nos importa que se pierda el patrimonio”, manifestó el técnico del Patrimonio Arquitectónico Monumental de Trujillo (PAMT) de la comuna edilicia, Julio Luna Victoria.

“A los dueños le conviene que las casonas se caigan, muy poca gente puede comprar ahora una de ellas, no te lo venden a un sol, el valor comercial de un metro cuadrado en el centro es de 700 a 1000 dólares” declaró, el técnico del PAMT de la comuna trujillana.

Hablan los propietarios

En la cuadra siete de Bolívar, el propietario Juan Díaz Guillén manifestó que  hace lo posible de conservar su vivienda, pero su recursos económicos le impide hacer un remodelación total. “Mi vivienda es una casona patrimonial e histórica y lo trato de cuidar, más que todo conservo con sus colores originales la fachada y lo que está a punto de caerse por el deterioro como las vigas trato de asegurarlo con otras maderas. Estoy exonerado de impuestos y siempre cuido esta casona que es herencia de mis abuelos y trato de conservar, todos los propietarios deberían de hacer lo mismo”, declaró.

En la cuadra 5 de Orbegoso una casona funciona como casa de cambio, entrevisté al inquilino que me manifestó que el propietario no se encontraba porque vive en Lima y solo llega a cobrar la mensualidad del alquiler cada 3 meses.

Los propietarios conocen en cierto modo las normas de conservación que dictamina la Dirección Regional de Cultura La Libertad pero no muestran el interés de preservar. Existe una actitud de defensiva y se oponen a dar información del estado de sus viviendas, no hay un espíritu de colaboración por nuestro patrimonio histórico.

Finalmente, las autoridades y la sociedad civil deben reaccionar ante este grave peligro que representan las casonas deterioradas que son símbolo de nuestra historia. Además se debe transmitir a la población el valor del legado histórico monumental de nuestra ciudad colonial. 





Conozcamos y valoremos más nuestro Patrimonio Arquitectónico

 

Cuidemos lo que tenemos 





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